29 agosto 2009

Disfrutando de 47 maravillosas niñas guaireñas y con algunas preocupaciones...



¡Hola amigos!

Soy feliz. Estoy tan contenta por volver a estar en el Hogar... Llegamos ayer por la noche y las niñas nos estaban esperando con miles de besos y abrazos. Es increíble como te llenan de cariño en un momento.

¡Están tan guapas y tan mayores! No sé que tiene este Hogar que engancha, quien viene aquí una vez sabe que volverá... quizás no sabe cuándo pero sabe que volverá... Yo acabo de llegar y sé que volveré de nuevo... es muy fuerte.

El entorno del Hogar está algo más complicado que el año pasado. Ya no están algunas de las tías cuidadoras porque a Sor Tere le redujeron el presupuesto oficial a la mitad y eso ha sido un desastre. A las niñas no les falta cobertura de sus necesidades básicas (comida, aseo, colegio...) pero 47 niñas son muchas niñas y lo que más preocupa para su desarrollo es el acompañamiento en su educación personal, no sólo en la formación académica.

El rol de la tía cuidadora en el Hogar es fundamental, ya que es un referente para el grupo de niñas que se halla bajo su cuidado. Sin la tía cuidadora, las niñas se sienten "perdidas" como parte integrante de un colectivo demasiado grande, demasiado anónimo y ello implica que se sienten "más libres" para saltarse las normas, porque nadie las puede controlar de cerca...

Como todo niño, necesitan que les pregunten cómo les ha ido el cole, que les lean un cuento o que les recuerden que deben cepillarse los dientes antes de acostarse. También necesitan poder compartir con alguien especial sus alegrías, penas o enfados... Todo ello es imposible que lo pueda hacer Sor Tere con las 47... aunque lo intenta... es una heroína.

Ayer después de cenar, los voluntarios mantuvimos una conversación muy constructiva acerca del futuro del Hogar y de las niñas. Aquí no existen situaciones ideales pero sí una realidad más deseable. el Hogar necesita urgentemente un grupo de tías cuidadoras bien formadas y motivadas, que puedan acompañar a las niñas en su desarrollo como personas.

Y no es fácil. Los recursos económicos son escasos y la disponibilidad de personal cualificado para una labor tan sensible es mínima en Villarrica. El Hogar necesita disponer de recursos económicos recurrentes cada mes, para poder hacer frente a la financiación de unas de las labores más importantes que se deben desarrollar aquí: la construcción de una oportunidad de futuro digno por la vía de la educación y formación personal de todas y cada una de las niñas.

El sostenimiento del Hogar no puede basarse en la financiación procedente de las cuotas mensuales de los socios de ONGs como IKATU sino que se deben buscar fórmulas que permitan la autofinanciación e independencia del Hogar. En estos días vamos a trabajar diversas ideas de proyecto a tal fin.

Si tenéis alguna sugerencia o comentario, agradecería mucho recibirla, ya que vamos a intentar realizar una reflexión global acerca de esta preocupación para intentar ayudar a Sor Tere y a las niñas del Hogar Tesape Porá.

Aunque sea difícil, ya sabéis mi filosofía: "Si quieres, puedes". IKATU.

Un fuerte abrazo desde Villarrica.

Os quiero mucho.

Elen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario