06 septiembre 2009

15 Días en el Hogar Tesape Porá, Paraguay

Patricia, voluntaria IKATU 2009,
junto a las mellizas Marylin y María Elisa


¡Hola amigos de IKATU!
A continuación os transcribimos el testimonio que nos envía Patricia J. Arellano, voluntaria IKATU que estuvo en el Hogar Tesape Porá la primera quincena de agosto. Muchas gracias, Patricia, por tu solidaridad.
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15 Días en el Hogar Tesape Porá, Paraguay
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Llegué hace dos semanas a Madrid, y todavía no sé si seré capaz de poner por escrito todo lo que he vivido durante 15 días en el hogar; las sensaciones, las vivencias con las niñas se agolpan, es difícil empezar. Visto con un poco de perspectiva parece poco tiempo, pero os puedo asegurar que cada día se vive con tal intensidad y pasan tantas cosas que regreso con la sensación de formar parte de la familia de Tesapé Porá (Mirada Linda en Guaraní).

Ha sido mi primera experiencia como voluntaria, y desde ya lo recomiendo porque es muy reconfortante. Sinceramente creo que lo que te aporta es significativamente superior a los que das, o al menos eso pienso yo, aunque espero haber dejado mi pequeña contribución porque de “poquitos” se puede conseguir “muchito”.

La familia la componían 40 niñas, entre 2 y 15 años, Sor Tere y 6 “Tías” Cuidadoras, y durante el tiempo que estuve, 7 voluntarios; tres italianos de una misma familia y 4 españoles.

Me gustaría empezar hablando de Sor Tere, Sor Tele como la llamaba Dana de 4 años. Una mujer fabulosa, que lleva el hogar con la disciplina del amor incondicional a sus niñas. Su forma de gestionar el hogar la puso de manifiesto nada más llegar, al preguntarle cuales serían nuestras funciones ella nos dijo, “ya iréis viendo que debéis hacer, el hogar os llevará” y así fue, un ritmo oculto en un caos maravilloso de 40 niñas con constantes necesidades: peinar, lavar, limpiar armarios, dar clases de apoyo y todo ello conversando con las mayores y cantando con las pequeñas. Hago hincapié en lo de cantar, porque les enseñamos una canción y estuve cantándola los 15 días casi de manera permanente: “Tía, tía… el cocolilo”. A los voluntarios, algunas niñas también nos llamaban Tía como a las “Tías” cuidadoras; son 6 y cada una tiene una función en el Hogar. Tía Jeni se encarga de las cuestiones médicas, Tía Miriam, de los temas administrativos y varios (que bien nos cuidó), Tía Rosana de lavar la ropa (para lo que cuenta con 2 lavadoras y 1 secadora y lo que más se utiliza, dos manos y cepillos), Tía Noemí de la cocina (todo un mérito), Tía Sonia se encarga de las mayores, Tía Maria José de las pequeñas. Y Tía Cristi y Tía Marlene que hacen de todo y para todos (estupendas). Si así es, 6 para 40; os podéis hacer una idea ¿no? Ellas también reciben a los voluntarios con muchísimo cariño, y nos cuidan como si formáramos parte de la familia. Todas ellas muy especiales, también ellas necesitan y agradecen el cariño y la charla.

De las niñas, poco puedo decir, porque lo que diga serán palabras vacías, tenéis que ir a conocerlas. A todo se adaptan, todo les gusta y les divierte, dan cariño permanente, besos, abrazos….y todo a pesar de las historias que arrastran. Convivir con ellas llena cada segundo. Las jornadas son largas e intensas, no hay tiempo para el cansancio. Me acuerdo un día que fuimos a la Granja Escuela, con las pequeñas, el computo era el siguiente 5 voluntarios para 15 niñas de no más de 6 años; inenarrable. Después de unas hora, persiguiendo a las niñas para que no se tiraran a la piscina, haciendo volteretas, sujetándolas para que no se metieran en el establo de la vaca, etc.… le digo a Sor Tere “Estas niñas no se cansan nunca, estoy agotada” y me contestó con mirada pícara “Solo se cansan los que no tienen espíritu de niño”, inmediatamente me puse a correr; quería recuperar ese espíritu perdido hace tanto tiempo. Cuando llegue a Madrid, empecé a enseñar las fotos que con tanto cariño hice y me hice con las niñas y me di cuenta, que lo que para los demás eran fotos de niñas de diferentes edades, para mí eran más de 150 fotos de historias, de experiencias…..de vidas.

Patricia J. Arellano

5 comentarios:

  1. Anónimo8.9.09

    Enhorabuena a tod@s. A Sor Tele porque lo emprende, a las Tias por las sobrinas, a las voluntarias porque crecen mientras hacen crecer, y a las sobrinas.........porque tienen el Hogar.

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  2. Anónimo9.9.09

    Te has olvidado de contar "Tia, Tia, ...el chucu chucu". Otro de los grandes éxitos del verano, junto con "el cocolilo". Estas sencillas canciones nos recuerdan que siempre son pequeñas cosas las que hacen muy felices a los demás y nos hacen felices a nosotros. Y que es verdad que siempre hay más alegría en dar que en recibir. Gracias por compartir tu experiencia.

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  3. Anónimo9.9.09

    Que estupenda eres Patricia y también mis felicitaciones a la organización Ikatu, pues por lo que nos has contado, es una expresión clara de generosidad y responsabilidad .
    Tengo que decir además que comparto totalmente los beneficios que te reporta la sensación de ayudar a los demás de una manera tan clara y directa, aunque sea poco el tiempo en horas, la calidad y profundidad imperan de cualquier forma. Sylvia.

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  4. Anónimo20.10.10

    yo he vivido ahí muchos años...ahora estoy en españa, lo único que puedo decir es que ese hogar es un verdadero hogar para cualquier niño o niña que se sienta solo, siempre he encontrado amor en ese hogar, y gracias a sor tere, la mejor persona del mundo hoy estoy donde estoy...

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  5. Anónimo26.11.10

    yo trabaje como tia en el hogar, y es fabuloso esta con las niñas, es una experiencia unica, nunca recibi tanto cariño, nunca me voy a olvidar que cuando estube enfermas las niñas me cuidaban con tanto cariño como yo lo hacia cuando estaban enfermitas,,, les extraño muchos...

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